Aunque pueda parecer una
cosa obvia, lo cierto es que cuando comenzamos a preparar nuestra
boda, debemos hacerlo pensando en un gran número de detalles, y uno
de esos detalles que tenemos que tener en cuenta es la época del año
en la que se va a celebrar la boda. Porque por supuesto que no es lo
mismo celebrarla durante el invierno que durante el verano. Y como no
podía ser de otra manera, una de las cosas que cambian entre las
bodas de verano y las de invierno, además de la decoración o el
vestuario, es el menú de la boda.
Para empezar, debemos
tener en cuenta que en una boda de invierno deben primer los platos
calientes sobre los fríos. Debemos pasar a menús en los que los
cócteles de la recepción de boda puedan ser quesos que durante el
invierno se conservan correctamente, así como diversos embutidos.
Los diferentes fois con diferentes frutas de temporada también son
una buena elección para la recepción y los entremeses de la boda.
En cuanto al primer plato principal, nada mejor como apostar por
diferentes tipos de puré o cremas calientes. También podemos elegir
diferentes tipos de sopas como uno de los platos principales.
Para el segundo plato,
nada mejor como apostar por algún tipo de carne como solomillo o
pescados como el pez espada o el bacalao. Y como acompañamiento
podemos aprovechar la época de setas para realizar una guarnición
hecha a base de setas, champiñones y diferentes verduras de la
temporada.
Imagen: conotrorollo
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