Cómo elegir el pastel de bodas

Cuando tomamos la decisión de casarnos, se abren ante nosotros un millón de preparativos previos que debemos llevar a cabo para que ese día sea sencillamente perfecto, tal y como lo hemos estado soñando y deseando durante gran parte de nuestra vida. Pero claro, no puede haber una boda perfecta sin un pastel perfecto de bodas. Por eso, hoy daremos algunos consejos sobre como elegir nuestro pastel de bodas perfecto.

Para empezar, lo primero que tenemos que hacer es elegir un buen catering. No nos vale cualquiera. Debemos comprobar que son buenos en su trabajo y que se toman todo en serio, así nos evitaremos disgustos posteriores. También es necesario que consultemos a algún pastelero o especialista en tartas para que nos aconseje cuales son nuestras mejores opciones.

Y es que según la cantidad de invitados, así como nuestros propios gustos, nos confeccionarán nuestro pastel de una manera diferente y personalizada. Y hacemos hincapié en lo de personalizar nuestro pastel de bodas ya que debemos ser originales en cuanto a la forma, el tamaño y el sabor para poder sorprender gratamente a todos nuestros invitados. 

Podemos poner en marcha una prueba de diferentes pasteles antes de decidir cual va a ser el que finalmente se sirva en nuestra boda. Es necesario que haya consenso en ambas partes de la pareja para que todo esté a gusto de los dos. Además, también debemos elegir cómo van a ser los muñecos de nuestra tarta. Aquí también podemos ser muy originales ya que actualmente existen cientos de ideas y diseños diferentes.

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Protocolo para dar el sí quiero

Tu chico y tu habéis decidido casaros, y es complicado todo lo que se sebe hacer. Lo primero es saber si la ceremonia será civil o por la iglesia, y conocer los papeleos y trámites que se necesita. Reconocemos que es una parte aburrida y pesada ya que hay que hacer coincidir los gustos de cada uno, los horarios, fechas y perder tiempo en colas.

Para las bodas civiles se debe ir al juzgado correspondiente a vuestros domicilios y pedir una solicitud de matrimonio. Allí debéis hacer una cita y entregar, la partida de nacimiento, el DNI, el empadronamiento, el certificado de soltería, la declaración de estado civil y el pasaporte en caso de que algunos de los dos sea extranjero. Luego de la boda debéis acudir al registro civil unos días después para recoger el libro de familia.

Si la boda es por la iglesia, debéis recurrir a la que queda más cerca de vuestro domicilio. La iglesia será la encargada de la gestión del papeleo, de las amonestaciones y del libro de familia. En este lugar os pedirán la partida de nacimiento, la partida de bautismo, el certificado de  soltería eclesiástico que podrás conseguir en tu parroquia actual, también se debe tomar un cursillo prematrimonial.

Otro punto importante que muchas parejas se plantean son el de la separación de bienes o bienes gananciales. Los bienes y deudas que se consigan durante el matrimonio serán de los dos, los privativos que son los anteriores al matrimonio serán de cada uno. Si optas por la separación de bienes, habrá total independencia económica. Para los bienes gananciales no se necesita hacer papeleo, excepto en Cataluña, Navarra, Vizcaya y Aragón.


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Cómo elegir las alianzas de boda

Casarse es algo que hace feliz a un gran número de personas. Sin embargo, a veces puede convertirse en un trámite que se torne casi en una pesadilla si no llevamos nuestros planes como siempre lo hemos deseado. Y uno de esos trámites y preparativos que tenemos que hacer con más entusiasmo es el de la adquisición de nuestras alianzas. A continuación daremos algunas claves para elegir las alianzas perfectas para que ese día sea, sencillamente, perfecto.

Lo primero que tenemos que decidir es si lo que buscamos es algo tradicional o algo mucho más moderno e innovador. En el caso de que nos decidamos por el concepto clásico de alianza, podemos optar por las de media caña, que se caracterizan por ser curvadas en el exterior, mientras que en el interior son planas. En el caso de que queramos algo mucho más moderno e innovador, podemos optar por las nuevas alianzas de forma y estructura cuadrada.

En cuanto a los materiales, el más empleado es el oro amarillo, pero también podemos optar por el oro blanco o el platino, entre otros muchos, ya que en la variedad está el gusto, y en estos tiempos lo que tenemos es precisamente la variedad. El grosor también puede ser variable, acorde a nuestros gustos y necesidades, así como las medidas, adaptadas de manera personalizada. Eso sí, no debemos olvidarnos de grabarlo, y ponerle una inscripción especial que nos haga recordar un día tan especial como nuestra boda.

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Consejos para elegir el menú de boda

El menú es uno de los aspectos más importantes en una boda ya que el buen comer debe estar presente en este tipo de celebración. Es cierto que es tu boda, pero debes elegir un menú que le pueda gustar a todo el mundo, no sólo a vosotros. Es decir, lo mejor es elegir platos que sean del gusto popular como quesos, productos ibéricos, carnes, pescados, etc.

Haz un repaso en la lista de invitados para que recuerdes si alguno lleva alguna dieta específica o que no puede tomar ciertos alimentos ya sea por religión, salud o modo de vida. También debes incluir un menú para los niños con productos que a estos los vuelvan locos.

En el restaurante puedes preguntar la especialidad de la casa, así podrás incluirlo en el menú y de seguro será un acierto. También debes elegir productos de temporada que estarán más fresco, se ajustarán a la estación del año y el precio será mejor. Muchos novios incluyen los platos típicos de la zona en la que viven lo que también será un acierto.

Lo más probable es que en el restaurante tengan elaborados algunos menús con sus precios, puedes estudiarlos todos detenidamente y pregunta si puedes hacer variaciones. Una degustación de prueba es una buena idea para que sepas lo que quieres comer, y si vas a elegir muchos platos para los invitados, estos pueden ser miniatura para que no se llenen rápido.

Antes del banquete lo mejor es hacer un cóctel que sirva de ágape entre los invitados y así vayan haciendo estómago. No te olvides de los postres, a la gente le encanta algo dulce después de comer. ¡A disfrutar tu boda!


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